miércoles, marzo 14


El día que llevé tus cenizas a cuestas
Aún te creía sabio e inmortal
Latía tu pulso en mi corazón
Aparecías bello y vivo en todos mis sueños
Eras el padre de la libertad de una niña presa
Temedora de tu oscuridad se hizo mujer
Culpabilizando toda el agua tragada por tu boca desconocida
Cuanto miedo, padre, cuanto miedo sepultado
en lo cotidiano.