miércoles, enero 15

De colillas, puntillas y otros insomnios.

Me estoy preguntando a que hora
despertará esta ciudad dormida,
no sé,
a mi despiértame tú,
a las doce menos cuarto
con tostadas y poesía,
antes habrá que vaciar el cenicero de colillas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pasé por un cuaderno y me quedé a vivir.