Haciéndote bailes neuróticos
parece que el mundo se reduce a un páramo
lleno de silencios húmedos,
de esos que dejan mudos.
Volver es pisar tierra firme
pero hacerla temblar contigo.
Quedémonos allí donde
hay vida detrás de nuestro ser como
hormiga
y magia sin edificar
en el cielo que a veces olvidamos mirar.
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Pasé por un cuaderno y me quedé a vivir.