yo la miraba como se miran
las cosas que sabes que
se van a romper,
me mordía los labios,
mudaba de piel.
¿Quién no se ha sentido
bolsa de basura azul
en un contenedor de vidrio?
Le pregunté una vez.
Que tú nunca ves la luz
detrás de las sombras,
decía,
qué esa sonrisa vale
más que todo el naufragio
poeta del mundo.
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Pasé por un cuaderno y me quedé a vivir.