lunes, diciembre 23

Mis cosas de niña

A veces me mira el tiempo
y yo me hago pequeña de nuevo,
como cuando tenía descosidos todos los sueños,
como cuando no sabía ser sin el miedo
y todo el sentido de mi mundo se escondía
bajo las sábanas,
donde dormía soñando,
siempre con permiso de insomnio,
que le hacia el amor a un futuro desteñido
y se llenaba toda la paleta de un color
no fugitivo.
A veces vuelve al espejo el reflejo de todo lo que un día fuimos,
mis cosas de niña
y aquellas riñas que se convertían en caricias,
y me da por preguntarme cuál fue el punto exacto de mi ruptura
con la inocencia y de mi unión con la desconfianza.
Entonces llegaron aquellas miradas furtivas,
con la duda de encontrar algún día el complemento perfecto
para superar el miedo
y romper con la tristeza.

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Pasé por un cuaderno y me quedé a vivir.