lunes, enero 6

Con vistas al interior

A veces pienso que soy injusta,
por mi maldita costumbre
de andar siempre haciendo
ataques a mano desarmada
a mi propio corazón,
sobretodo cuando imagino
las flores de exterior
que regaría contigo
en un jardín
con vistas al interior.
Y me da por idealizar
una vida junto a ti,
tales cosas
como sentarnos los domingos
a ver como la lavadora
prepara nuestros jerséis de lana,
y después se secan al aire libre,
y tú sonríes 
y yo pienso:
Joder,
que sonrisa tan bonita,
que se pare el mundo ahora
en el lado izquierdo de tu cara,
donde nace la sonrisa,
donde se secan alegres las penas de madrugada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pasé por un cuaderno y me quedé a vivir.