domingo, enero 12

De androides, ginoides y otros desconciertos.

La noche venía cargada
de un frío húmedo
que ya amenazaba
con el tropiezo
de muros,
ingeniería moderna
impregnada de
un veneno
infectado
de álter egos.
Mientras tú y yo
destellos,
girones
y costillas.
En este desconcierto
de tropiezos
con la realidad
más involutiva.­­

2 comentarios:

Pasé por un cuaderno y me quedé a vivir.