La he visto ser caos,
la he descubierto siendo su propio genocidio.
Llorar,
reírme.
Darle forma a un corazón
con las manos.
con las manos.
No la conozco valiente,
la sé sonámbula.
La he querido despacio,
en silencio,
como sólo se quieren esas cosas
que no son tuyas,
que Ella no tiene dueño.
Es presa y libre
de sí misma,
y así la quiero.
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Pasé por un cuaderno y me quedé a vivir.