se apaga el corazón y
se activan las neuronas.
He dejado de tener prisa
por escribir
y de pensar que al final
todo se trata de una musa.
siempre hablando
de escenarios
macabros
costillas
costuras
colillas
café.
y es que por no hablar de mí,
me inventé.
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Pasé por un cuaderno y me quedé a vivir.