jueves, diciembre 11

vas a ser feliz, me dijo.

Es una pena haber perdido tu número,
haber querido perder tu número,
quería decir. 
Es una pena,
es una Putada
cuando voy en metro
y escucho una risa
que me hace pensar
que yo algún día
podría ser
ese bicho
al que tú quisieras hacer más feliz,
y no poder hacértelo saber.
Podría jurarte en nombre de ningún dios
que esta mañana
a las ocho en punto,
bajo tierra no todas las caras
eran tan grises.

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Pasé por un cuaderno y me quedé a vivir.