viernes, julio 10

mientras la fuerza sea igual a cero

Hay cosas que ya hago por inercia, cómo cerrar la puerta de mi habitación, abrir un libro escogiendo al azar una página, pensar en ti en el metro, desbloquear el móvil, e incluso, salir a comprar.
Al azar lo único que he sido capaz de dejar es lo incierto que hay en tu cabeza, el choque circunstancial de dos vidas que se juntan sin mezclar, se vierte el aceite luego de resbalar,
y vivo el tiempo a veces como cuchillo, otras como escudo pero sin olvidar la espada.

Te he dado tantas veces la espalda queriéndo besar tu cara, que ahora se me hace nudo marcar tu número para decirte qué, sencillamente, quiero escapar y descubrir la libertad que hay en tu mente. Equivocarme, joder, equivocarte.   

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Pasé por un cuaderno y me quedé a vivir.