jueves, enero 30

Despide despedidas

Sucede que me canso de ser lágrimas,
de no tener espacio para esta cabeza
en un corazón
que late a medio pulmón.
Y no hablo de metáforas
cuando digo aquello de
ser asfixia.
No tengo bombona de oxígeno,
cohabito un espacio cargado de humo
que amenaza con llover dentro,
y mojar fuera.
Acabo de escuchar una frase que tirita
y me hace sentir mortal,
 destruible,
destructiva.
Imbécil.
Tengo un mediocre
lo siento en la garganta
que gritaría
desde la cima de todas
las cumbres que no ascendí
contigo,
y dolería.
Nos doleríamos.
No he vuelto a confiar
en la felicidad.
Ni cuando va
y viene a trozos
y parece que me mira.
Entonces la vida
podría llegar a acariciarme
a tu lado,
y tarde o temprano,
te rompería.
Nos romperíamos.
Quisiera habitar un subconsciente
creyente,
un mundo paralelo
sin el frío en
las costillas.
Sin el miedo,
no nos equivocaríamos.

1 comentario:

Pasé por un cuaderno y me quedé a vivir.