martes, febrero 18

No olvides tirar los papeles a la papelera. Gracias

La señora Polar
llora sus penas,
de anciana
medio sorda
medio ciega.
Sobre la mecedora
cruje mi espalda
como la madera,
de todo lo que se duele,
y soy cadera
sutil que
se balancea.
Como el tic tac
tras el telón,
que es condición de tiempo
y destrucción.
A todo esto no puedo
evitar preguntarme
si has amanecido hoy,
por eso de hacer un poema
con café derramada
sobre las sábanas,
que serían cerveza 
de lunes precipitado.
casi
casi
sueño contigo
sin estar a tu lado.
Mis palabras son una fiesta
de
bocas
que se tropiezan
y no se han
besado.
y
casi
casi
derramo todos los
líquidos
por el lavabo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pasé por un cuaderno y me quedé a vivir.