Que todo aquello,
el apodo de La Triste
tertulia abajo,
Mona Lisa,
y entonces no fumábamos
cigarros.
Conjugábamos
el verbo
estar
sin padecer,
y cuán perfecta
parecía
entonces
la tierra
que latía bajo mis pies.
Que todo eso,
era Verdad.
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Pasé por un cuaderno y me quedé a vivir.